¿Sientes que no avanzas? Cómo romper el estancamiento en tus objetivos de salud

Hoy se acaba septiembre.

Y creo que es un buen momento para volver a hablar sobre objetivos (espero que este mes te haya acercado a aquello que quieras conseguir 🙂)

¿Te ha pasado que empiezas súper motivada con tus objetivos de salud y bienestar, pero llega un momento en que te estancas? Estás haciendo todo lo que se supone que deberías hacer (comer mejor, hacer ejercicio…) pero ya no ves avances, y la frustración empieza a aparecer y te cuesta seguir aplicándolo.

Tranquila, no estás sola. 

El estancamiento es algo normal, pero no tiene por qué ser permanente. 

Hoy quiero darte algunos consejos para romper esa barrera y seguir progresando hacia tus metas.

Es importante entender que el estancamiento no siempre es un mal indicador. 

Puede ser que tu cuerpo simplemente se esté adaptando a los cambios que has hecho, o que hayas alcanzado una nueva fase en tu progreso. 

El cuerpo humano es una máquina compleja y, a veces, necesita tiempo para ajustarse a las transformaciones que le estás exigiendo.

Pero si llevas semanas o incluso meses sin avances, es hora de hacer algunos ajustes para volver a ponerte en movimiento.

1. Revisa tus hábitos: ¿Te has estancado por rutina? 🧐

Es fácil caer en la comodidad de una rutina que antes funcionaba, pero si tu cuerpo ya se ha adaptado a ella, ¡es hora de cambiarla! 

Si siempre haces el mismo tipo de ejercicio, con la misma intensidad y durante el mismo tiempo, tu cuerpo ya sabe lo que esperar y deja de reaccionar de manera efectiva.

¿Qué puedes hacer? Cambia tu entrenamiento, varía la intensidad, prueba nuevos ejercicios o deportes. Si haces solo cardio, intenta incorporar algo de fuerza. Si solo haces pesas, ¿por qué no pruebas una clase de yoga o HIIT?

2. Evalúa tu nutrición: ¿estás dando a tu cuerpo lo que necesita? 🥗

Lo que comes tiene un impacto enorme en tus resultados. Si llevas mucho tiempo siguiendo una dieta estricta o haciendo las mismas elecciones alimentarias, es posible que tu cuerpo necesite un cambio. La nutrición es clave para romper el estancamiento.

Pregúntate: ¿Estoy comiendo lo suficiente para alimentar mis entrenamientos? ¿Estoy obteniendo suficientes proteínas, grasas saludables y carbohidratos? Muchas veces el estancamiento puede ser el resultado de una falta de nutrientes que vayan a favor de tu progreso. Aumentar o ajustar las calorías y los macronutrientes puede darte ese empujón que necesitas.

3. Ajusta tus expectativas: el progreso no siempre es lineal 🛤️

A veces el problema no es el estancamiento físico, sino nuestras expectativas. Queremos ver resultados rápidos, pero el progreso real es a largo plazo. Si te sientes estancada, tómate un momento para reevaluar tus objetivos. Pregúntate si lo que esperas es realista y alcanzable en el tiempo que te has dado.

El progreso puede ser lento y a veces invisible: tal vez no hayas perdido peso, pero sí estás ganando músculo, o tu resistencia está mejorando. No te obsesiones solo con la báscula. Usa otras métricas: ¿te sientes más fuerte, más enérgica, duermes mejor? Eso también es progreso.

4. La importancia del descanso: dale tiempo a tu cuerpo para recuperar 🛌

Un error muy común cuando nos estancamos es pensar que necesitamos entrenar más y más, pero a veces menos es más

El descanso es fundamental para que tu cuerpo se recupere y siga mejorando. Si no le das tiempo para recuperarse, tus músculos y sistema nervioso estarán siempre al límite, lo que puede hacer que te estanques o incluso retrocedas.

Dormir bien, descansar entre entrenamientos y tomarse días de descanso activo (como caminar o hacer yoga suave) es vital para romper el estancamiento. A veces, un par de días de descanso completo pueden hacer más por tu progreso que una semana de entrenamiento intenso.

5. Haz un reset mental: el poder de tu mente en el proceso 🧠

El estancamiento no siempre es físico. Muchas veces ocurre a nivel mental. Nos saboteamos con pensamientos de fracaso o frustración, lo que afecta nuestra motivación y rendimiento. Si te encuentras desanimada, tal vez lo que necesites es un «reset mental».

Aquí algunos trucos:

  • Revisa tu “por qué”: recuerda por qué empezaste. Volver a conectar con tus motivos puede devolver la chispa.
  • Medita o escribe: a veces, tomarte un tiempo para reflexionar te ayudará a despejar tu mente y ver las cosas con más claridad.
  • Rodéate de apoyo: habla con una amiga, con tu coach o busca una comunidad que te inspire. Tener un sistema de apoyo puede marcar la diferencia.

6. Celebra los pequeños logros 🎉

No te enfoques sólo en las grandes metas, sino en los pequeños pasos que has dado para llegar hasta aquí. Celebrar esos mini-logros puede ayudarte a sentir que avanzas, incluso cuando parece que no lo haces.

Tal vez esta semana no bajaste de peso, pero lograste ir a entrenar tres veces o comiste más sano que la semana pasada. ¡Eso también es progreso!

El estancamiento es parte del proceso. No te desesperes ni te castigues por ello. Con algunos ajustes en tu rutina, alimentación y mentalidad, puedes volver a sentir que avanzas hacia tus objetivos de salud. Recuerda que el progreso es un camino, no una línea recta, y lo más importante es mantener la constancia y el compromiso con tu bienestar a largo plazo.

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