La Navidad ha llegado.
Y con ella, aumentan los compromisos sociales y las comidas contundentes.
Cena de empresa.
Reencuentro con amigas que hace tiempo que no ves.
Viajes.
Meriendas especiales.
Y aunque todo esto nos llena el corazoncito de felicidad, es real que si no prestamos un poco de atención, nuestra salud puede verse resentida de toda esta época de excesos (y nuestra autoestima también).
Para mi hace unos años estas fiestas eran un auténtico infierno.
Las vivía con rigidez, y eso me llevaba al descontrol y a sentirme fatal.
Ni disfrutaba ni era capaz de cuidarme.
Pero, por suerte, ésto ha cambiado mucho.
Equilibrio.
Esta es la palabra mágica.
Es equilibrio comerte ese postre tan rico un día señalado.
Pero también es equilibrio seguir moviéndote durante estos días para que tu cuerpo esté activo.
Es equilibrio disfrutar de esos canelones que ha hecho tu madre con tanto amor.
Pero también es equilibrio saber parar y no llegar al empacho.
Para que puedas conseguirlo, te doy algunos tips para hacértelo un poco más fácil:
- Si tu rutina de comidas es bastante saludable, no la modifiques estos días. Es decir, si puedes, sigue manteniendo las comidas “no sociales” de una forma parecida a tu rutina habitual sin entrar en juego de compensaciones y fórmulas extrañas ni pasar al extremo de “a tomar por saco, en enero empiezo a cuidarme”. La salud no funciona así.
- Si ya entrenas, sigue entrenando como habitualmente haces. Si no lo haces, estas fiestas pueden ser una buena oportunidad para empezar a hacerlo. El movimiento es vida, y ¡siempre te va a sumar!
- No llegues a las “comidas sociales” con mucha hambre. Esto te hará no ser selectiva con lo que elijas y te hará abusar del primer alimento que se te ponga por delante. Disfrutar es importante, ¡pero tener criterio también!
- Aléjate del alcohol (o al menos modérate). Abusar de él no te va a hacer sentir bien.
- En las comidas señaladas, prioriza los platos principales al aperitivo o a los postres. Normalmente los platos principales, aunque sean “consistentes”, son nutritivos y están hechos con mucho amor. Si nos llenamos en el aperitivo, abusamos de comida que muchas veces es “poco interesante” y luego no comemos nada más.
- A la hora de los postres, aparte de disfrutar de los dulces típicos de esta época, ofrece también piña o papaya al natural. Combinarlos te ayudará a mejorar la digestión y te sentirás mejor.
- Aléjate de la báscula y del agobio. Lo importante es aquello que hacemos en nuestro día a día, no tres días excepcionales al año. Si tu rutina es equilibrada de base, el cuerpo es capaz de regularse sin problema los días donde nuestra rutina es un poco diferente. Los propósitos de año nuevo no funcionan, el trabajo se hace día a día 🙂
Las fiestas son mucho más que comida.
¡No dejes que esto te empañe todo lo demás!
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