Hoy te quiero contar algo que a mí me costó mucho entender pero que me hizo cambiar radicalmente mi perspectiva sobre la comida: dejar de contar calorías y empezar a contar nutrientes.
¿Te suena revolucionario?
Pues te cuento más 🙂
Estamos super bombardeadas por la industria alimentaria con el tema de las calorías.
Productos “sin”.
Light.
Cero.
Y esto hace que muchas veces olvidemos lo más importante: LA CALIDAD de lo que comemos.
¿Esto significa que las calorías no importan?
No exactamente. Si ingerimos más calorías de las que gastamos subiremos de peso, y si consumimos menos todo lo contrario (el famoso “balance calórico”).
Pero no son el mejor criterio a la hora de elegir lo que comemos.
Puedes comer 1500 calorías de comida procesada y encontrarte mal, o en cambio, comerte 2000 calorías de alimentos ricos en nutrientes y sentirte súper bien.
¿Y qué debes tener en cuenta sobre los nutrientes? Te cuento:
- Proteínas: importantísimos para la reparación y crecimiento de tejidos. Te permiten mantener una buena masa muscular. Se encuentran principalmente en carnes, pescados, huevos, algunos lácteos y legumbres.
- Carbohidratos complejos: nuestra principal fuente de energía. Se encuentran principalmente en cereales integrales, frutas y verduras.
- Grasas saludables: esenciales para que tu corazón, cerebro y hormonas funcionen bien. Se encuentran en aguacates, frutos secos, aceite de oliva…
- Vitaminas y minerales: cruciales en todas las funciones corporales, desde el sistema inmune hasta la salud de la piel.
Pero, ¿cómo puedo elegir alimentos nutritivos?
- Llena tu plato de colores: incorpora en tu plato frutas y verduras de distintos tipos. Cada color representa diferentes nutrientes y beneficios para la salud.
- Elige alimentos integrales: están menos procesados y te aportarán más nutrientes.
- No tengas miedo a las grasas saludables: si las consumes en su medida justa, te sentirás más saciada y tu cuerpo funcionará mucho mejor.
- Haz de la proteína tu aliada: introduce en cada comida una fuente proteica de calidad. ¡Te ayudará a tener una salud mucho más equilibrada!
Así que, hazme caso y céntrate en lo que realmente importa: la calidad de tu combustible. Tu cuerpo te lo agradecerá con más energía, mejor salud y más bienestar 🙂
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