Y llegaron las Navidades.
Y con ellas muchas reuniones familiares y sociales alrededor de una mesa.
Y sí, las celebraciones son una excusa perfecta para reunirte, disfrutar y, por supuesto, ¡comer rico!
Pero también pueden convertirse en una fuente de estrés si estás trabajando en mejorar tus hábitos de salud.
¿Te ha pasado ir a uno de estos eventos con buenas intenciones, pero al acabar irte con una sensación de “me pasé”?
¡Hay otra forma de gestionarlo! Para ello, hoy te traigo una guía sencilla para disfrutar sin sabotear tu progreso.
Antes de la celebración
- No llegues con hambre voraz.
Hacer las comidas habituales el resto del día te ayudará a llegar a la mesa con más serenidad. Otro truco es comer algo ligero y saciante antes del evento (como un yogur con una fruta o un puñado de semillas) que te ayudará a tomar mejores decisiones. - Planifica mentalmente.
Si sabes qué tipo de comida habrá, decide de antemano qué vas a comer desde una visión equilibrada. Si no lo sabes, antes de empezar a coger de forma impulsiva, observa lo que hay y pon en tu plato aquello que te apetece en una ración moderada. ¡Recuerda que huir de los extremos te ayudará a tomar mejores decisiones! - Haz tu entrenamiento ese día.
Un poco de movimiento durante el día te hará sentir bien y te recordará por qué cuidas tu cuerpo.
Durante la celebración
- Empieza por las opciones más ligeras.
Si hay ensaladas, vegetales o proteínas magras, sírvete una buena base de éstas antes de comer los platos más potentes. En cuanto a los postres, sirve con ellos una buena fuente de fruta fresca bien presentada para combinarlos. - Elige con intención.
No necesitas probar todo. Escoge tus platos o postres favoritos, disfrútalos lentamente y deja pasar aquello que no te llama tanto la atención. - Controla las bebidas.
Los refrescos, cócteles y bebidas alcohólicas están llenos de calorías vacías. Prioriza beber agua o bebidas sin azúcar para mantener el equilibrio. - Escucha a tu cuerpo.
Come despacio y presta atención a las señales de saciedad. Si ya estás satisfecha, no sigas comiendo “por compromiso”.
Después de la celebración
- Sin culpas, por favor.
Si comiste un poco más de lo planeado, ¡no te agobies! Un día no define tu progreso. Lo importante es volver a tus hábitos al día siguiente y no tratar de “compensar”. - Hidratación al máximo.
Bebe agua e infusiones sin azúcar para ayudar a tu cuerpo a procesar el exceso de sodio o azúcar. - Reanuda tu rutina saludable.
Un desayuno equilibrado y un poco de movimiento te ayudarán a sentirte en equilibrio de nuevo.
Recuerda esto:
Cuidar tu salud no significa renunciar a tu vida social.
Lo más importante es encontrar el equilibrio y aprender a disfrutar con conciencia.
¡La vida no se trata de ser perfecta, sino de ser consistente!
Si quieres seguir aprendiendo sobre salud y bienestar, apúntate a mi Newsletter: