¿Asocias vacaciones a descontrol? Esto te puede ayudar

¡Por fin han llegado las vacaciones!

Para mí es, sin duda, la mejor época del año.

Planes improvisados, viajes, días más largos, relax… hacen de estas semanas momentos muy especiales.

Pero hace unos años no era así.

Temía el verano.

Entre el rechazo que sentía al exponer mi cuerpo en la playa y la piscina y que cada vez que salía de mi rutina me descontrolaba (no entendía los grises, solo los blancos y negros), para mí eran unos meses muy difíciles de gestionar. 

Comidas en restaurantes.

No hacer deporte con regularidad.

Jet lag.

Horas de chiringuito.

Buffets.

Mostrar mi cuerpo.

Por suerte, con mucho trabajo interno, esto ha cambiado.

Y he entendido que en los grises está la libertad.

Y que el autocuidado entiende adaptarse a todas las situaciones que van surgiendo día a día.

Para esto, quiero darte algunos consejos que a mí me sirven para disfrutar de esta época:

  • Huye de los extremos: no te propongas no comerte un helado en todo el verano porque acabarás haciendo todo lo contrario. El verano es una época en la que es normal comer más días fuera de casa. Relájate y entiende que lo importante es que durante el resto del año tengas una vida saludable. 

Permítete esos pequeños caprichos, pero hazlo de manera consciente y sin culpa. Recuerda, un día de indulgencia no arruinará tu progreso si mantienes un equilibrio general.

  • Sé consciente de las porciones: Disfruta de tus comidas favoritas, pero presta atención a las porciones. Puedes saborear ese delicioso helado o postre sin necesidad de comerte una ración gigante. Escucha a tu cuerpo y detente cuando te sientas satisfecha.
  • Hidrátate: en verano es importantísimo que tu cuerpo se mantenga hidratado.  El calor del verano y la actividad física pueden llevarte a deshidratarte, lo que a menudo se confunde con hambre. Ten a mano siempre una botellita de agua, infusiones frías, café con hielo… 
  • Mantén las comidas principales: aunque estés fuera de tu rutina diaria, intenta mantener un horario de comidas regular. Esto te ayudará a evitar picar entre horas y a mantener tu metabolismo activo.
  • Cuando estés en un buffet…: empieza llenando tu plato con ensaladas y verduras. Después, añade proteínas magras y carbohidratos. Recuerda que no tienes que probar todo en una sola comida 😉
  • En tu bolso… Lleva contigo snacks saludables por si tienes hambre entre comidas. Frutas frescas, frutos secos, yogur natural o barritas de cereales integrales pueden ser tus aliados para sentirte saciada y a la vez llenarte de nutrientes buenos para tí!
  • Muévete: aprovecha el buen tiempo para mantenerte activa. Caminatas en la playa, natación, yoga al aire libre o disfrutar conociendo nuevos sitios a pie pueden ayudarte a mantenerte en forma mientras disfrutas de tus vacaciones.
  • Escucha a tu Cuerpo: tu cuerpo es tu mejor guía. Come cuando tengas hambre y detente cuando estés satisfecha. Practica el comer consciente, prestando atención a las señales de tu cuerpo y disfrutando cada bocado.
  • No olvides las proteínas: aunque tus hábitos en vacaciones cambian, es importante que en las comidas principales sigas eligiendo opciones nutritivas y que te sacien. Incluir una buena cantidad de proteínas en tus comidas te ayudará a mantenerte satisfecha por más tiempo y a evitar los antojos. Busca opciones como huevos, pescado, pollo, tofu o legumbres.
  • Sigue aprendiendo y adaptándote: cada viaje es una oportunidad para aprender y mejorar. Observa cómo reacciona tu cuerpo a diferentes alimentos y ajusta tus hábitos para la próxima vez.

Las vacaciones son para disfrutarlas. Recuerda que lo más importante es encontrar un equilibrio que te permita disfrutar sin perder de vista tu salud y bienestar.

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