Nada es gratis. Esto, tampoco.

En este post te explicaré algo que lo mismo puede ayudarte a alcanzar  tus objetivos de forma más efectiva.

En esta vida, nada es gratis.

Aunque a veces aparentemente lo pueda parecer.

Aunque directamente no pagues dinero para conseguirlo.

Estamos bombardeados diariamente con inputs aparentemente gratuitos. Cursos. Webinars. Consejos. 

Pero no es cierto que no cueste nada conseguir los conocimientos que te puede dar un curso. 

Cuesta tu tiempo de dedicación.

Cuesta decir que NO a otras cosas que a corto plazo quizás te apetecería más hacer. 

Cuesta esfuerzo.

Y esto es aplicable a cualquier objetivo que te plantees.

Te pongo un ejemplo práctico: este 2023 estoy ampliando mi formación con un Grado en Dietética.

Para tomar dicha decisión, seguí estos pasos:

Paso 1: Listar los beneficios que me aportaría y los costes que me acarrearía

Sigo con mi ejemplo: 

Beneficios:

  • Tener más herramientas para ayudar a los pacientes con los que trabajo
  • Obtener una titulación sanitaria oficial 
  • Hacer tribu con personas alineadas con los mismos intereses que yo

Costes:

  • Coste económico
  • Coste de esfuerzo: la energía es limitada, así que diciendo SÍ a esta decisión implicaba decir NO a tiempo de descanso y ocio
  • Coste de tiempo: decir que SÍ conllevaba fines de semana de formación presencial, entregas semanales, exámenes… Con lo que implicaba decir NO a cierto tiempo de calidad conmigo misma y con mi entorno

Paso 2: Valorar si el precio a pagar es realista o no.

Esto es clave para evitar frustraciones y abandonos del plan que nos propongamos. 

Si conseguir dicho objetivo compromete tu salud, tu economía o tu bienestar, la respuesta debería ser claramente un NO. 

No todo vale.

Y a veces las ganas no lo son todo.

En caso que el plan sea realista, continúa leyéndome en el paso 3:

Paso 3: Organización

El día tiene 24h. 

La semana 168h.

Y la vida adulta está repleta de obligaciones. 

Por lo que, antes de tomar la decisión de empezar o no este plan, coje papel y lápiz y hazte un horario.

En este horario tiene que quedar reflejado:

  • Tiempo de sueño
  • Tiempo laboral + desplazamientos
  • Tiempo de comidas
  • Tiempo de tareas obligatorias semanales (comprar, poner lavadoras…)
  • Tiempo de ejercicio físico 
  • Tiempo familiar / social (el que para ti sea imprescindible)

Tras este primer ejercicio, mira cuantos huecos de tiempo quedan disponibles.

Este ejercicio te dará mucha información sobre el nivel de adherencia que puedes tener con tu plan.

Si, por ejemplo, dispones de 3h libres a la semana para poder invertir en tu nuevo objetivo, quizás prepararte una maratón no es realista.

 Esto no significa que no hagas nada, sino que lo inteligente es adaptar tu plan a tu realidad y transformarlo, por ejemplo, en hacer una carrera de 10Km lo más rápido posible.

En mi caso, hacer este ejercicio me hizo tomar la decisión de iniciar mi formación, pero cogiendo 3 asignaturas por semestre. 

Es un objetivo que, aunque ambicioso, con esfuerzo es realista y no sacrifica mi salud ni mi bienestar.

Bueno, eso que te cuento puedes y debes aplicarlo a tu caso concreto y específico.

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