¿Sabes algo que me frustra mucho como dietista?
Que tantas mujeres inteligentes, trabajadoras, sensibles…
os sentís torpes o culpables porque creéis que no sabéis “comer bien”.
Y no es culpa tuya.
Te han llenado la cabeza de reglas contradictorias desde que eras adolescente:
- Desayuna fuerte… o haz ayuno.
- Evita el pan… pero no restrinjas.
- Come sano… pero no te obsesiones.
- Cuenta calorías… pero escucha a tu cuerpo.
¿Cómo no vas a estar confundida?
Te entiendo. Yo también estuve ahí.
Buscando la dieta ideal, el suplemento mágico, el “plan definitivo”.
Lo probé todo: comer cada 3 horas, prohibirme alimentos, ayunar…
Hasta que entendí algo tan básico como poderoso:
Comer bien no es hacerlo perfecto. Es hacerlo con sentido.
Y el sentido no lo marca una app ni una influencer.
Lo marca tu energía. Tus ciclos. Tu estado emocional. Tu día.
Entonces… ¿Qué significa comer bien de verdad?
No en Instagram. En tu vida real.
No es caro. No es complicado. No es rígido.
Es esto:
- Mitad del plato: vegetales. Los que quieras, cuanta más variedad de colores mejor.
- Un cuarto del plato: proteína real. Huevos, legumbres, pescado, tofu, carne de calidad…
- Otro cuarto del plato: hidratos de calidad que te sacien. Boniato, patata, arroz, pasta, pan (sí, pan) de calidad…
- Grasas buenas de forma moderada: aceite de oliva virgen extra, semillas, aguacate…
- Y no sólo esto:
- Agua. Es imprescindible mantenernos hidratadas.
- Pausa. Si es posible, comer en un entorno tranquilo y con pocas distracciones.
- Conciencia. Date el permiso de disfrutar de la comida.
- Y si hay postre, que sea por placer, no por ansiedad.
Y lo más importante:
Si un día no sale así, no has fallado. Eres humana.
Comer sano no debería ser una guerra mental.
Ni una fuente de culpa.
Ni una lista infinita de “no puedo”.
Comer sano debería darte paz, energía y libertad.
Y para ello solo necesitas una guía clara, realista y flexible para que comer vuelva a ser lo que siempre debió ser: una forma de cuidarte, no de controlarte.
Si quieres seguir aprendiendo sobre salud y bienestar, apúntate a mi Newsletter: